¡Hola, Hola, Nuria! ¿Cómo estás? Yo he decir que súper contenta de poder contar contigo en esta entrevista y más hoy, día que celebramos mundialmente la Concienciación de Duchenne.
LUCÍA: Es posible que algunos de nuestros lectores no sepan quién eres, Nuria. Cuéntanos, ¿quién es Nuria y cuál es su historia?
Antes de nada Lucía, millones de gracias por dedicarnos este espacio justo hoy, 7 de septiembre.
Pues a ver, si tuviera que “resumirme” en una frase te diría que Nuria es una mujer a la que un día la vida le dijo hasta aquí, a partir de ahora olvídate de todo lo que has conocido hasta ahora y empieza a vivir otra vez.
Y es que hay una Nuria hasta 2015 y otras a partir de 2015, un año que comenzó con la noticia de que a mi madre le quedaban menos de seis meses de vida y acabó con la noticia de que mi hijo pequeño tenía Duchenne. Un año que me cambió del todo, pero que me enseñó lo que de verdad importa en la vida.
La verdad es que mi vida siempre ha estado llena de aventuras, por decirlo de alguna manera; aventuras de todo tipo, buenas y malas.
He vivido en muchos sitios, he trabajado en lugares muy diferentes, he viajado, he tenido la inmensa fortuna de conocer mucha gente muy interesante, que me han enseñado muchas cosas, he salido he entrado, pero hasta que el mundo no se me puso patas arriba no me di cuenta de que lo más importante está justo a nuestra lado y que de todo lo demás podemos prescindir.
Desde entonces mi mundo es un poco más complicado, pero mucho más interesante. He tenido que luchar mucho, pero he ganado vida, amor y paz mental.
Aunque a veces me gustaría hacer cosas para las que ahora no tengo mucho tiempo, para que nos vamos a engañar. Me gustaría quedar más con mis amigos o salir a bailar mucho más, pero bueno siempre se puede bailar en el supermercado o por la calle, al fin y al cabo es cuestión de hacer lo que uno pueda.
LUCÍA: Ya sabes que durante mi existencia en las redes siempre he intentado de alguna manera introducir a nuestros lectores en el mundo Duchenne. Yo conocí este tipo de distrofia muscular hace ya unos cuantos años por alguien conocido, pero cada día aprendo más y más de vuestra mano. En el caso de tu hijo Pablo, ¿qué señales te hicieron ver que pasaba algo en su desarrollo dentro de lo que consideran “normal”? ¿sobre qué edad se hicieron más visibles?
Pues en mi caso tengo que decir que enseguida detecté que algo en Pablo no iba como debería. Con apenas 4 meses empecé a darme cuenta de que no alcanzaba los hitos de desarrollo. Siempre cuento la misma anécdota, pero es que fue la que encendió la luz de alarma.
Y es cuando mi hijo mayor era un bebe, con 3 meses y medio, aún no levantaba la cabeza cuando estaba tumbado boca abajo, no la mantenía arriba y en aquel entonces su pediatra me dijo “si en la siguiente revisión de 4 meses sigue sin levantar la cabeza te mando al neurólogo”. Al día siguiente consiguió levantar la cabeza y ahí quedó todo; pero cuando Pablo empezó a cumplir 4, 5 y 6 meses y no conseguía levantar la cabeza, me empecé a preocupar.
Otra cosa que le pasaba es que no tenía fuerza para mamar, siempre se quedaba con hambre porque se cansaba, pero claro, yo entonces no pensaba que aquello podría ser síntoma de nada.
Se lo decía a su pediatra de aquél entonces y no me hacía ni caso, me decía que todo era normal y que me estaba preocupando de más, que estaba obsesionada…pero Pablo ni se levantaba del suelo, ni andaba, desde luego. Era capaz de estar sentado en el suelo escuchando música durante horas y no hacía ni intento de levantarse. También notábamos que quería hacer cosas, pero que no podía por falta de fuerza.
Y así meses y meses, hasta que cambiamos de casa y de pediatra.
LUCÍA: ¿Tardaron mucho en dar con el diagnóstico? ¿Qué emociones os acompañaron durante la espera?
Pues en nuestro caso el diagnóstico llegó muy pronto, teniendo en cuenta que la media de edad de diagnóstico de Duchenne son los 4 años; pero sí que tardaron mucho porque estuvimos muchos meses insistiendo en que a Pablo le pasaba algo sin que nos hicieran caso.
Desde los 4 meses hasta los 18 meses que nos confirmaron el diagnóstico fue un calvario.
Después de meses sin que nos hiciera caso la pediatra que le llevaba, empezamos a movernos por otros médicos, pero no le daban importancia. Le hicieron muchas pruebas, incluso un electromiograma, que es una prueba muy dolorosa, pero todo salió dentro de lo parámetros normales Hasta que un día, con casi 15 meses, nos mudamos y fuimos a consulta rutinaria de pediatría.
Pablo iba en carrito, porque seguía sin andar y me preguntó la pediatra por qué no llevaba zapatos el niño. Yo me quedé sin saber que decir, la verdad. Pero es que como no andaba, no tenía zapatos. Así que empezó a mirarle y nos mandó un análisis de sangre, nada más.
A los dos días me llamó para que fuera a consulta y nos dijo que algo no iba bien, no le puso nombre aún porque podían ser varias cosas, pero nos dio cita urgente con neurología y nos mandó a atención temprana con mucha urgencia para empezar con terapia física antes de nada.
Creo que nos dieron cita como seis meses después, pero antes Pablo se puso muy malito con neumonía y le ingresaron, y la pediatra del hospital vio que, además de la neumonía, algo no iba bien; así que antes de salir del hospital con el alta, le hicieron la prueba genética en la que salió que era Duchenne lo que tenía.
Fue horrible, lo peor que me ha pasado en la vida, pero tuvimos la inmensa suerte de recibir el diagnóstico con mucha comprensión y mucha profesionalidad, lo que no siempre ocurre.
Por otro lado, después de toda la impotencia, la desesperación, la incomprensión, la angustia de saber que algo no iba bien, tras escuchar mes tras mes que era una madre obsesiva, sobreprotectora, por fin podía empezar a hacer algo por mi hijo.
Dentro de todo, me inundó una cierta sensación de alivio porque por fin ponía nombre a lo que le pasaba a Pablo, aun sabiendo que no había cura y que la enfermedad era muy agresiva, podía hacer algo para que tuviera la mejor vida posible, y así está siendo; y lo que nos queda.
LUCÍA: Cuando trabajé como voluntaria en AECC con mujeres con cáncer de mama y realicé algunas entrevistas, ellas me comentaban que una de las cosas que más miedo las daba era contar lo que las pasaba a los demás, en especial a las personas cercanas. Sé que no es el mismo caso de enfermedad, pero sí que un diagnóstico es duro para todos. En vuestro caso, una vez conocido el diagnóstico, ¿En algún momento sentiste “miedo” por contárselo a los demás?
Pues alguna vez sí me ha pasado, a veces por miedo, otras porque no nos etiqueten o porque no sé hasta dónde va a llegar el interés de la otra persona y otras porque lo he normalizado tanto que en mi día a día, no pienso en ello; siempre hay momentos claro, pero ha dejado de ser un pensamiento recurrente.
Al principio hablaba más de ello, porque sentía que necesitaba sacarlo, hablar de ello, buscar gente viviendo lo mismo, necesitaba que la gente conociera la enfermedad, que se hiciera visible nuestra vida. Me esforzaba mucho por concienciar a la gente.
Pero de un tiempo a esta parte me cuesta un poco contarlo en primera persona. Me da igual hablar de Duchenne en redes, hacer entrevistas, colaborar como sea necesario para acabar con la enfermedad, pero cara a cara es otra cosa. Es otro sentimiento.
A la gente nueva que conozco tampoco le cuento, no lo escondo y si surge hablo de ello, y si me preguntan desde luego les hablo de todo, pero no es como antes. También es verdad que muchas veces tampoco me hace falta hablar de ello porque me siguen en redes y ya se enteran.
LUCÍA: Si no me equivoco, Pablo tiene otro hermano, su “Chache”, ¿no? ¿cómo fue contarle a él lo que estaba pasando?
Sí, eso es. Pablo tiene un hermano mayor de 15 años.
Pues contárselo fue muy duro, porque además hacía apenas seis meses que había fallecido mi madre como consecuencia de una enfermedad degenerativa y lo estábamos pasando todos muy mal. Estuvimos pensando esperar para decírselo más adelante, pero no pudimos ocultarle nada porque él también sabía que su hermano no evolucionaba como los hermanos de sus amigos o los demás niños que nos rodeaban; y era consciente que llevábamos a Pablo al médico y que le hacíamos pruebas, así que nos preguntó y le dijimos la verdad. Sin dramas, sin miedos, con cierta esperanza en que íbamos a vivir bien y felices, pero con la realidad de que su hermano tenía una enfermedad grave.
Además, al ser yo portadora de la enfermedad, y a pesar de que él ya había cumplido 9 años y nunca había tenido ningún síntoma, tuvimos que llevarle a hacerle pruebas, así que tampoco tenía sentido no hablar de ello.
Es verdad que contamos con la ventaja de que el Chache es tremendamente comprensivo y racional y hablar con él siempre ha sido y es fácil y sencillo, pero por encima de todo le dimos un tiempo para asimilar, para preguntar, para lo que hiciera falta.
Los hermanos son, habitualmente, los grandes olvidados en este tipo de situaciones, por eso una de mis mayores preocupaciones era y es, darle el papel que le corresponde, escucharle, dedicarle tiempo y darle la importancia que merece en todo momento.
LUCÍA: Supongo que la situación de Pablo obliga a que por diferentes motivos deba ausentarse del centro educativo de vez en cuando. En cuanto a esto, ¿cómo funciona la educación? ¿Suele darle facilidades para mantenerse al día? ¿Mantenéis contacto continuado con los docentes?
Pues Pablo va a un cole específico de motóricos, que aunque no hay en todas las comunidades autónomas, en la nuestra sí; donde además tiene aula TEA, así que tiene todos los apoyos que necesita a nivel motor y donde tiene fisio varias veces a la semana y, además, tiene apoyo de logopeda, PT y este año también tendrá integrador social. Es algo fundamental que tuvimos en cuenta para elegir cole, aunque no era el que teníamos más cerca, pero sí el que sabíamos que iba a ser el mejor para su desarrollo.
Sí es cierto que muchas veces Pablo no puede ir al cole porque cada dos por tres tiene cita médica o falta a clase por diversos motivos, pero hasta el momento nunca nos han puesto ningún tipo de problema, todo lo contrario.
Desde el primer día que empezó en el cole en infantil los profes y todos los profesionales que nos hemos ido encontrando se han volcado por hacerle la vida más fácil y con ello, nos han hecho la vida mucho más fácil a nosotros.
Siempre estamos en contacto con ellos, dispuestos a escuchar y a construir, porque ellos son un pilar fundamental en la vida y desarrollo de Pablo, a nivel intelectual, motor y, desde luego personal. Somos un equipo porque, si no, no funciona.
Los modos, las adaptaciones, las terapias, empiezan en el cole y siguen en casa o al revés, porque solo trabajando en la misma línea conseguimos que Pablo saque lo mejor de sí mismo.
LUCÍA: Hasta el momento, ¿Pablo ha tenido que ser intervenido en alguna ocasión?
No, de momento no ha tenido que ser intervenido, y es algo que nos da mucho respeto porque la anestesia tiene que administrar con mucho cuidado a los pacientes con Duchenne. Si es cierto que hay ciertas intervenciones comunes en pacientes con Duchenne, pero aún no ha evolucionado la enfermedad hasta ese punto.
LUCÍA: Nuria, y como mami, ¿te has sentido lo suficientemente apoyada por los profesionales para enfrentarte a todo?
Pues con contadas excepciones, puedo afirmar que he tenido muchísima suerte y que en todos estos años, me he ido encontrando con profesionales que me han hecho sentir que todo iba a ir bien, a pesar de Duchenne.
Desde el primer día que entramos en la consulta sin zapatos y su pediatra nos mandó a atención temprana hasta hoy mismo que empieza el cole; a pesar de haber cambiado de ciudad, de médicos, de colegio, de terapeutas, hemos encontrado personas que han ido mucho más allá de lo meramente profesional y nos dedican tiempo, cariño y buen hacer. Nos han aliviado, nos han enseñado qué hacer, nos han escuchado para aprender ellos también. Nos han dado fuerza para continuar, nos han comprendido. Nos han allanado el camino. De hecho, muchos de ellos son amigos y se quedarán, espero, siempre en nuestras vidas.
Y es que, sin ellos, sería imposible lidiar con todo.
LUCÍA: ¿Qué le dirías a otros papis y mamis que viven con un “diagnóstico”?
Pues yo les diría que no se rindan, que lloren, griten y pataleen siempre que les haga falta, porque es muy duro, pero que tiren para adelante.
Que busquen ayuda para sus hijos, sus familiares y para ellos mismos. Que hablen con gente que estén pasando por lo mismo. Que a pesar de la impotencia que se siente, no están solos.
LUCÍA: Te parecerá extraño que te pregunte esto, pero tu perfil muestra una frase que me encanta y dice así: “Luchamos contra el tiempo y a favor de la felicidad”, ¿Podrías explicarles a nuestros lectores qué significa para ti ese lema?
Pues son sentimientos u objetivos, no sé muy bien qué es qué, que nos hemos planteado y que llevamos como leitmotiv casi desde que nos dieron el diagnóstico.
Cuando salimos de la consulta del neurólogo lo hicimos con la sensación de que se nos acaba el tiempo, que nos quedaban muchas cosas por hacer, que a Pablo le quedaba todo por vivir, pero no íbamos a tener tiempo; como si la típica frase de “se nos pasa la vida y nos damos cuenta” cobrara sentido de repente . Pero más allá del paso de la vida, queríamos que Pablo tuviera una vida plena, como tiene. Que fuera lo que fuera, íbamos a disfrutar de todo; por eso a favor de la felicidad. Una felicidad lo más real posible, de pequeños momentos, de hacer lo que uno siente, lo que nos hace sentir bien, de no poner a Pablo más límites que los que le traiga la enfermedad, ni condicionar su existencia por tener Duchenne.
LUCÍA: Nuria, gracias por todo lo que nos has aportado. Siento anunciarte que hemos llegado al fin de la entrevista, peeero… ¡no puedes librarte de hacer el “pececuestionario”! jajaja ¡Empezamos!:
- Libro que no puede faltar en nuestra biblioteca: El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl
- Película que recomendaríais: Los principios del cuidado, de Rob Burnett. Una historia sobre lo que es vivir con Duchenne muy motivadora: está en Netflix.
- Perfil de redes que recomiendas 100%: pues el de Vanessa @ydeverdadtienetres, por todo.
- Un referente en DMD: puff, no puedo quedarme con una persona. Tengo varias y a la mayoría tengo la inmensa fortuna de contarlas entre mis amistades. Madres que han ido construyendo la comunidad Duchenne, luchando contra todo y hombre con Duchenne que han ido desafiando al paso del tiempo cumpliendo sueños por encima de todo.
- Blog o web que nos aconsejas: pues desde luego la web de Duchenne Parent Project España, fundamental para saber de qué estamos hablando.
Nuria, de todo corazón infinitas gracias por acompañarnos hoy. Gracias y mil gracias no solo por eso sino por dar visibilidad a Duchenne y contar diariamente vuestra historia para que aprendamos de vuestra mano. Gracias y mil gracias y ojalá el tiempo nos permita un abrazo real y no virtual.
¡Un abrazo enorme y cuidaros muchísimo!