¡Buenas tardes, pececitos, volvemos a la carga!
Teniendo en cuenta que son varias las personas que me reclamaban alguna entrada referida a la discalculia, creo que lo mínimo que puedo hacer para cubrir su intriga es dedicarles este post.
Para que todos nos entendamos, la discalculia es, como algunos autores dirían: la dislexia de los números. Aquella persona que tiene discalculia, tiene problemas a la hora de procesar la información numérica, tanto del número en sí como de los símbolos de la aritmética (suma, resta, división…).
Cuando nos enfrentamos a un caso de este tipo, nos surgen las dudas de cómo trabajar ante ello, sin darnos cuenta de que, al igual que las letras, los números están en todo lo que realizamos día a día, y eso, es una gran ventaja, porque podemos trabajar con los niños no solo en el aula, sino en sus casas realizando tareas tan cotidianas como poner la mesa y hacer la compra.
Os estaréis preguntando qué tiene que ver poner la mesa con la discalculia, pero como anteriormente he indicado, el niño que tiene discalculia tiene problemas para entender la aritmética, y el hecho de poner la mesa nos desglosa este apartado. Por ejemplo: cuando pides a tu hijo ayudarte a poner la mesa y le entregas los cubiertos, lo primero que hará para saber cómo repartirlos es contar cuántos comerán en la mesa (suma). Después, empezará a repartir los cubiertos (divide), y, finalmente, si le hemos dado alguno de menos, tendrá que pedir lo que le haga falta (resta). Sencillo, ¿verdad?
En mi caso, cuando pongo en marcha fichas de tareas, siempre me ha gustado relacionar las actividades de la vida cotidiana o los gustos de los propios niños con las actividades que realizo como fomento de la motivación.
Para este tipo de problema, la ficha que cree fue la siguiente:
Al igual que las palabras, los números tienen su descomposición, y esta ficha sirve precisamente para trabajar eso.
Lo suyo es que esta ficha esté impresa, y a ser posible plastificada, pero debido a unos fallos no puedo adjuntar la original.
¿Cómo podemos emplear la ficha?
- En el recuadro de la parte superior, ponemos el número que queremos trabajar, y en la segunda fila los objetos, personas, animales… que queráis utilizar para la tarea. Por ejemplo, yo suelo trabajar con el hipotético caso de que mandamos al niño a hacer la compra, por lo que en la segunda fila pongo las frutas que tiene que comprar.
- En las filas en la que encontramos «opción 1», «opción 2» y «opción 3», desglosamos el número del recuadro superior. Es decir, realizamos todas las opciones que tenemos de sumar las frutas que queramos hasta tener el número indicado en el recuadro. Por ejemplo: si tengo 5 frutas que comprar, y en la segunda fila me aparecen manzanas, peras y plátanos, tengo que hacer 3 sumas entre las múltiples posibilidades para mezclar las frutas hasta tener las 5 piezas (1 manzana+ 3 peras+ 1 plátano; 4 manzanas+ 1 pera+ 0 plátanos; 2 manzanas+1 pera+2 plátanos…).
Podéis fijaros en el ejemplo para entenderlo mejor:
¡Es muy simple! Además, si lo hacéis en una cartulina y los números, signos y objetos van con velcro el manejo será mejor, la tarea podrá ser más variada y menos repetitiva y las confusiones se podrán corregir de manera más rápida y efectiva, sin tener que borrar o emplear colores que pueda asociar de forma negativa, como el rojo, que siempre que aparece en una prueba lo asociamos a que algo está mal.
Os animo a que probéis la ficha para trabajar en clase, pero también os animo a que investiguéis otras formas de abordar el problema. Hay juegos como el dominó que resultan también muy prácticos, y juegos de cartas como el siete y medio que permiten agilizar los procesos mentales numéricos.
¡Espero recibir vuestras opiniones, consejos y respuestas muy pronto!
Un saludo,
Lucía Hdez Maíllo.